domingo, 16 de octubre de 2011

En la trinchera del comando

Fútbol, goles, clásico, alianza, u, monumental, árbitro, jugadores, hinchas… fanáticos, barras, comando, trinchera, violencia, asesinos… muerte. Sin que suene feo lo que voy a decir lo que sucedió en el estadio no me sorprende tanto, y no lo digo porque no me afecte la muerte de un ser humano. Para los bien entendidos de este deporte, que concurren a estadios, ven programas y leen diarios deportivos; la violencia no es novedad, lamentablemente las muertes tampoco. Sin embargo esta vez se pasaron de conchudos para cometer sus atrocidades dentro del estadio, a vista y paciencia de todos los presentes, cámaras de vigilancia y televisión. Encima con la complicidad de dirigentes, municipalidad, defensa civil, policía, etc.

¿Qué? Me van a decir que están creyendo que no se grabó lo que pasó? Que justo en ese momento la cámara de vigilancia estaba filmando por otro lado o estaba apagada? Nos jactamos mucho de ser “criollazos”, la cultura de “pepe el vivo”, creemos que “nadie me la va a hacer a mí”, sin embargo a veces pecamos de ingenuos por no decir cojudos y dejamos que nos sigan meciendo. Acá hay millones de soles en juego y como todos saben lo único que está por encima de la ley es el cochino dinero. Hay muchos intereses de por medio y por eso toda la verdad, como suele suceder, no va a salir a la luz. 

Porque para eso si son buenas las autoridades… que decir buenos, efectivos! Para tapar sus deficiencias, su corrupción, su propia ineficiencia. Se han dado cuenta que cada vez que sucede algo así nunca, pero NUNCA sale alguien a decir “si, lo aceptamos, nosotros nos equivocamos, asumimos la responsabilidad y vamos a cumplir con los damnificados”. No! Así como mi cáncer, uno en un millón. Todos se tiran la pelota, todos señalan al del costado, todos sacan un papel firmado y validado donde dice que no tiene la culpa… me van a disculpar mis amigos abogados pero sacándole la vuelta a la ley no colaboran para que estas cosas dejen de suceder. Todos tenemos algo de responsabilidad, todos, sin embargo jamás lo queremos asumir y mientras vivamos así, estas y peores cosas seguirán sucediendo.

Dejando en paz (por el momento) a los anteriormente mencionados, pasemos a estos enfermos mal llamados “hinchas”. Nunca me olvidaré de algo que he escuchado y visto en pintas muchas veces: Equipo X, “te quiero más que a mi vieja”. Salvo que sea una madre desnaturalizada que te paga, abusa, maltrata, etc., no entiendo la relación. Tu equipo te ha cargado en el vientre 9 meses? Te ha dado de lactar? Te ha cambiado tu pañal cagado? Algún jugador de fútbol fue a tu casa a cuidarte a las 3 de la mañana cuando te dio sarampión? Algún dirigente se a preocupado por tus estudios y seas alguien en la vida? A menos que seas un niño prodigio de fútbol, ninguno. 

Estos degenerados definitivamente llenan el vacio de sus vidas con cualquier excusa y en este caso se trata del deporte rey. No encuentran dentro de ellos mismo algo por que luchar y vivir que tienen la lamentablemente excusa de meterse a ser “barristas” para desquitarse con “el rival” todos sus miedos, frustraciones, represiones, rechazos, maltratos y todo lo que han sufrido durante sus vidas. Y así siguen en un “embudo negativo”, donde lo poco que tienen lo multiplican negativamente, auto destruyéndose y encima destruyendo la vida de los que los rodean, aumentando su miseria más y más. Se creen muy machitos cuando están con palos, correas, cuchillos y en mancha; pero en verdad son tan cobardes que no pueden enfrentarse solos a la vida, no luchan por ser alguien en la vida sino por impedir que los demás lo sean. Son incapaces de ver que la solución de sus problemas está en sus propias manos. 

Que te da el fútbol como hincha? Salud? Dinero? Amor? Que es lo que te da que te vuelves capaz de matar por tu equipo de fútbol? Es una pasión dicen muchos y en cierto punto hasta lo comparto pues me encanta verlo y más practicarlo, pero no es una pasión por la cual dar la vida. Si vas a morir o matar, hazlo por la libertad, por la justicia, por los desprotegidos… no por un deporte por más hermoso que sea. Y ni siquiera debería estar hablando de morir sino de vivir, vive por tu familia, vive por tus valores y principios, vive por tus sueños, vive por la esperanza de conseguir que todo lo que nos rodea sea el mejor lugar del mundo para ti mismo y para los demás. Vive la pasión del fútbol pero vívela en paz, con respeto a la vida y respeto a los gustos de los demás. 

Mi más sentido pésame a la familia de Walter Oyarce. Esperemos que por fin, de una vez por todas, la gente trastornada replantee sus vidas y se den cuenta que hay cosas importantes por qué vivir, y que las autoridades se pongan los pantalones y que pese más el sentido de la justicia y de lo correcto que un maletín lleno de dinero. Aplaudo la actitud del señor presidente por suspender una fecha del campeonato en respeto a lo sucedido, pero le pido que no quede solo en una respuesta mediática que luego pasa al olvido, no nos enfoquemos en las consecuencias sino en las causas, y ponga mano dura con las deficiencias en la seguridad ciudadano y las ineficiencias de los organismos del Estado. Seguimos esperando que cumpla sus promesas.

He dicho!

Lo que se viene.- Y Ciro? Se han dado cuenta que con lo de Walter, la prensa ya no dijo nada más sobre él? Así que prepárense porque lo que se viene, va con mucho cariño para los medios masivos de comunicación… que deberían llamarse medios masivos de intoxicación… pero será para la próxima semanita… 


Kikin Rispa
(16 de Octubre del 2011) 

2 comentarios:

  1. David Sanchez Manrique fue mi vecino en la infancia. Jugué con sus hermanas durante toda mi niñez (ellas tenian juguetes mas pajas que los mios, jejeje). Me da muchisima pena la familia Oyarce, pero tambien me dan pena los papas de david, mis tios David y Charo. Por lo que pude ver, eran buenos padres y ahora estan sufriendo la locura de su hijo. El futbol no es mas que una excusa para la violencia.

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  2. Estoy de acuerdo con lo que dices Kike, pero voy un poco más allá, porque más difícil me resulta comprender como estos subnormales pueden apasionarse por Clubes que tendrán mucha historia pero que en la cruda realidad del presente no son más que guarida y mamadera de dirigentes mafiosos y jugadores en su mayoría mediocres y alucinados. Estas instituciones "deportivas" que no tienen plata para pagar sus impuestos (y ahora ni a sus jugadores) pero sí les sobra para regalar entradas a sus bandas de delincuentes organizados que se hacen llamar "barristas", y encima tienen la cara de reclamar más policías y más gasto estatal en nombre del "deporte rey". Ojalá se pueda hacer algo para que estas mafias institucionalizadas dejen de operar con la impunidad con la que lo han venido haciendo hasta ahora, eso será el mejor homenaje a personas que perdieron la vida absurdamente como Paola y Walter y también para los miles de ciudadanos que nos vemos obligados a vivir el TERROR de no poder salir de sus casas ni transitar por las calles cada vez que a los Clubes y sus Mafias les toca hacer caja (sin pagar impuestos claro).

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